ECOCAMP

ECOCAMP: OTRA FORMA DE APRENDER…

El principal objetivo de ECOCAMP es que nuestros alumnos sean testigos directos del milagro de la naturaleza en acción desentrañando y comprendiendo todos sus secretos a través de múltiples experiencias.
En era del teléfono móvil, el ordenador, la videoconsola y la realidad virtual, ver brotar una planta de la tierra, observar cómo crece, cuidarla, regarla y, finalmente, comérsela es una experiencia realmente sorprendente para la mayoría de los niños. Por ello este contacto directo con la naturaleza es necesario, más que nunca, para equilibrar la progresiva tendencia de nuestros niños a vivir a través de las pantallas y como contrapunto para ayudarles a bajar y tocar el mundo físico.
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CON ECOCAMP …

Queremos promover el desarrollo de niños saludables, activos, emprendedores y capaces de automotivarse para aprender:

  • mejorando la comprensión de los contenidos educativos relativos al entorno natural como el proceso completo de la producción de alimentos y la influencia del clima y las estaciones.
  • mejorando la capacidad para resolver problemas que repercute en una buena autoestima
  • mejorando la habilidad física, incluida la psicomotricidad fina (acciones de mayor precisión).
  • ganando en responsabilidad y toma de conciencia de lo que son los alimentos saludables, promoviendo una actitud más positiva hacia ellos y una mejor elección de lo que se come.

Y ADEMÁS QUEREMOS QUE NUESTROS ALUMNOS…

  • Sean protagonistas activos de su aprendizaje, capaces de adaptar sus habilidades y conocimientos a los nuevos retos.
  • Desarrollen una actitud ante la vida resiliente (capacidad de hacer frente a situaciones problemáticas), responsable y con mayor autoconfianza, cualidades esenciales para poder conseguir los propios objetivos en la vida.
  • Aprendan habilidades de comunicación y de trabajo en equipo.

ECOCAMP LES AYUDARÁ A…

  • Conectar con los ritmos naturales: uno de los grandes beneficios de realizar actividades productivas en un entorno natural. En la era del “todo ya”, de la cultura de lo instantáneo, tener que aceptar y adaptarse al ritmo natural del crecimiento de las plantas ayuda a tener una visión más real de la vida y a desarrollar un mayor respeto por el tempo de los procesos naturales. La paciencia y la espera necesarias para ver los resultados es para los niños un gran aprendizaje, muy útil para su futura vida de adultos.
  • Desarrollar la inteligencia de las manos.: tocar la tierra siempre ha sido un placer para los niños. Realizar con las manos actividades que tienen un sentido, que dan un fruto que ellos mismos pueden cosechar, y hacerlo de forma cuidadosa y precisa los ayuda a estructurar su mente de una forma muy distinta a cuando están aprendiendo cosas que están escritas sobre un papel. Incluso los niños que tienen problemas de concentración en la inmovilidad de un aula convencional encuentran en la clase de horticultura una forma de aprender en movimiento que encaja mejor con la forma en la que los niños pequeños aprenden de forma natural: a través de la experiencia.
  • Afrontar las dificultades reales de un huerto también es una escuela de vida para los niños: además de los inevitables tiempos de espera, enfrentarse a los contratiempos imprevistos normales de cualquier tarea campestre (insectos que se comen las verduras, plantas que no prosperan…) obliga a los niños a ser creativos para resolver esos problemas, después de digerir la propia decepción porque las cosas no han salido como estaba previsto. Esa necesidad de afrontar las dificultades y buscar soluciones creativas e inéditas contrasta con el proceso convencional de adquisición de conocimientos, en el que lo que el niño debe aprender está determinado de antemano.

Todo esto hace de ECOCAMP una EXPERIENCIA EDUCATIVA totalmente diferente.