Para los más pequeños, aprender valores importantes a través de cuentos es la forma más sencilla y divertida, ya que estarán asimilándolos mientras se dejan llevar por fascinantes historias. Educar a nuestros hijos para que aprendan a dar valor a algunas conductas y comportamientos les ayudará a convivir de mejor manera y a sentirse bien en el ambiente en que se encuentren. Los cuentos infantiles son una buena manera de inculcar a nuestros hijos estos valores. Los cuentos cortos para leer a los niños con valores como la amistad, la comprensión, la tolerancia, la paciencia, la solidaridad y el respeto, son esenciales para un sano desarrollo de los niños.
Un niño que conoce el límite del otro, podrá vivir una vida sana y saludable, sea en su entorno familiar o escolar. Un niño que sabe respetar a los demás, será más fácilmente respetado.
CUENTO: EL REGALO DE LAURA.
Era la víspera de la Navidad. Mamá ya había hecho todas las compras para la cena de Nochebuena. Laura estaba muy alegre, pensando en lo bien que se lo pasaría esta noche con Laura y Nacho. Eran sus primos preferidos y cenarían en casa.
Tan contenta iba Laura de la mano de su madre que no se había dado cuenta de que ya estaban atravesando el parque. Sólo sintió frío y unas gotitas de agua nieve que le pusieron la naricilla completamente roja. Laura aprovechó para abrigarse un poco más con la larga bufanda que su abuela le había regalado. Era una bufanda preciosa, calentita como la lana de las ovejas y suave como el terciopelo. ¡Era la bufanda más bonita que nunca había tenido!. Cuando se la ponía, no sabía por qué, siempre pensaba en la abuela que tanto quería.
Pero cuando estaban a punto de salir del parque, la mamá de Laura apretó su mano y le dijo:
- Mira Laura es Toni, el niño que siempre encontramos en el parque, te está saludando.
Laura ni se había dado cuenta de que Toni estaba allí, a su lado, mirándola con sus grandes ojos negros…. A pesar del frío del viento y del agua nieve que ahora caía con más fuerza, Toni estaba descalzo y su camisilla apenas cubría su pantalón lleno de remiendos.
- ¡Hola Toni!…¡Qué frío hace! ¿Por qué no te vas a casa? Allí estarás más caliente y tu mamá te pondrá una ropa que te abrigue más — le dijo la mamá de Laura.
- Todavía no puedo ir a casa –dijo Toni–. Mis padres aún no habrán vuelto del trabajo y hasta que ellos no lleguen…..
Laura miraba fijamente al niño: pensaba que tenía que hacer algo…. Pero ¿qué?.
Fue entonces cuando se le ocurrió una idea genial. Metió la mano en el bolso de mamá y empezó a buscar. Seguramente allí encontraría aquellas tijeras tijeras que su mamá siempre llevaba. Efectivamente, enseguida las encontró. Las cogió con mucho cuidado para no hacerse daño y luego empezó a quitarse su hermosa bufanda. Era tan larga que se había dado con ella varias vueltas alrededor del cuello. Cogió por la mitad de la bufanda y empezó a cortarla….. Chac, chac, chac…..
Cuando terminó de cortar, ofreció el gran pedazo de bufanda a Toni. Ella misma se la puso alrededor del cuello, le dio un beso y le dijo: – ¡Este es mi regalo de Navidad!
Toni no salía de su asombro, no sabía cómo dar las gracias a su amiga. La miró con sus grandes ojos negros y le sonrió amablemente.
Cuando de nuevo empezó a caminar por el parque, Toni se sentía muy bien, muy contento. Puso sus manos en la bufanda y sintió que era suave como el terciopelo y calentita como la lana de las ovejas.
Desde aquel día, cada vez que Toni se pone la bufanda, su corazón se llena de alegría. Aquella bufanda vale más que todos los tesoros del mundo. No hay dinero que pueda comprarla; es simplemente, el regalo de Laura.
LAURA’S GIFT
It was Christmas Eve. Mom had already done all the shopping for the Christmas Eve dinner. Laura was very happy, thinking what a good time she would spend tonight with Laura and Nacho. They were her favorite cousins and they would have dinner at home.
Laura was so happy with her mother that she had not realized they were already going through the park. She only felt cold and a few drops of snow water that made her nose completely red. Laura took this time to wrap herself more with the long scarf her grandmother had given her. It was a beautiful scarf, warm as sheep’s wool and velvety soft. “It was the most beautiful scarf I had ever had!” When she put it on, she did not know why, but she always thought of the grandmother she loved so much.
But when they were about to leave the park, Laura’s mom squeezed her hand and said,
– Look Laura it’s Toni, the boy we always meet in the park, he’s greeting you.
Laura had not even noticed that Toni was there, at her side, looking at her with his big black eyes …. Despite the cold of the wind and the snow water that was now falling harder, Toni was barefoot and his gown barely covered his pants full of patches.
– Hi Toni! … It’s so cold! Why don’t you go home? You’ll be warmer there and your mom will dress you in heavier clothes – Laura’s mom said to her.
– I can’t go home yet – Toni said – My parents will not have been back from work yet and until they arrive…
Laura stared at the boy: she thought she had to do something …. But what?
It was then that she came up with a great idea. She reached into her Mom’s purse and started searching. Surely there she would find those scissors that her mother always had. In fact, she soon found them. She took them very carefully so as not to hurt herself and then began to take off her beautiful scarf. It was so long that it went around her neck several times. She took half of the scarf and began to cut it … .. Chac, chac, chac … ..
When she finished cutting, she offered the huge piece of scarf to Toni. She put it around his neck, kissed him, and said, -This is my Christmas present!-
Toni was shocked, he did not know how to thank his friend. He looked at her with his large black eyes and smiled kindly.
When he started walking again in the park, Toni felt very good, very happy. He put his hands on the scarf and felt it to be velvet-like and warm, like the wool of sheep.
Since that day, every time Toni puts on his scarf, his heart is filled with joy. That scarf is worth more than all the treasures of the world. There is no money that can buy it; it’s simply Laura’s gift.