Ha llegado el Adviento. El Adviento es un tiempo en el que nos preparamos espiritualmente para rememorar y celebrar la llegada del Niño Jesús, la llegada de Dios Niño, de Dios humilde, de Dios humano. Es el tiempo reservado en nuestra vida para pararnos, reflexionar y meditar, vivir y recordar la historia del Nacimiento de Jesús. Es un tiempo especial para pensar sobre el sentido de nuestra vida, de nuestra fe, de nuestra esperanza. En este tiempo esperamos renovación, a nivel personal, familiar, económico, … porque creemos en el poder de la promesa de Dios cuando envió a su hijo al mundo.
Es un tiempo en el que las personas se sensibilizan, se abren a la comunicación , al perdón y al amor. Es también un tiempo en el que algunas personas se entristecen pensando en sus sueños. En su realidad, en su vida, en su falta de esperanza, olvidándose del verdadero sentido de la Navidad.
Es un tiempo en que muchas luces son prendidas en las casas, en las calles, en las ciudades, revelando el gran deseo humano de luz sobre la vida, y encendiendo la sensibilidad humana y el deseo de que esta luz se transforme en vida abundante, concretándose en la vida cotidiana. Es también, tiempo de ofrecer hospitalidad, hospitalidad de recibir a otras personas en nuestra comunidad, en nuestra casa; y hospitalidad para recibir en nuestra vida, nuevos valores, nuevos pensamientos, nuevos proyectos.
En el “cole” ya hemos empezado a vivir el Adviento a través de una serie de actividades que realizaremos cada semana hasta la llegada de la Navidad y que darán sentido a este tiempo litúrgico tan esperanzador.